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BEBIDAS AZUCARADAS ( 9°-10°)
Bebidas
azucaradas: un problema silencioso
En Medellín, alrededor del 18,45
% de la población menor de los diecisiete años de edad sufre de
sobrepeso. Desde las instituciones educativas se desarrollan proyectos para la
promoción de una alimentación saludable y la prevención de malos hábitos
nutricionales, entre ellos los líquidos azucarados.
La Ley 1355 del
año 2009, creada por el Congreso de la República, abrió la primera
discusión sobre la regulación que debía tener la alimentación en los
colegios, denominada Ley de la Obesidad, donde se estableció en su
Artículo 11 que las instituciones públicas y privadas que suministren servicio
de alimentación de manera directa o a través de terceros, debían ofrecer
una diversidad de alimentos que cubran las necesidades nutricionales de su
comunidad; incentivar la toma de decisiones en cuanto a hábitos de
vida; resaltar la importancia de la actividad física, recreación y
deporte; y advertir sobre los riesgos del sedentarismo y las
adicciones.
Tras un estudio realizado por el
doctor, Barry Michael Popkin, director del Programa de Investigación en
Transición Nutricional y del Centro Interdisciplinario sobre Obesidad, y
considerado uno de los investigadores más influyentes en estos temas; el doctor
Jorge Enrique Tovar, docente e investigador de la Universidad de los
Andes; y el magíster Ricardo Bonilla González, economista y
exsecretario de Hacienda de Bogotá, se comenzó la discusión sobre el
control a estos líquidos y la imposición de un impuesto del 20% sobre
su valor.
Según el estudio Sugars intake for
adults and children de la Organización Mundial de la Salud,
el consumo de estos refrescos está asociado al sobrepeso y a
la obesidad en niños y jóvenes. Ante los estudios realizados, los
comentarios y las posibles imposiciones, en el año 2016, empresas tales
como: Postobón, Pepsico, Coca Cola, FEMSA, Bavaria, RedBull, AJE y Monster
Energy, pactaron su autorregulación y se comprometieron a
informar mejor a través de las etiquetas; no generar publicidad
para menores de 12 años de edad; innovar el portafolio de
productos; incentivar la vida saludable; y no comercializar sus productos
en las instituciones de educación primaria del país.
Los cinco puntos del acuerdo fueron
firmados por la industria, la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI)
y el Ministerio de Salud,
apuntando a disminuir los índices de sobrepeso. “Más que retirar
productos, es ayudar a comprender por qué la elección debe ser saludable y
no la otra”, afirmó Cindy Marcela Miranda Ríos, nutricionista y dietista
de Bienestar Universitario en la UPB.
Van a dar energía rápida; que así
como sube, así mismo baja. Únicamente aportan calorías que atentan incluso
contra la salud”, anotó y definió la nutricionista sobre las características
calóricas que poseen las gaseosas.
Pese al contrato de autorregulación
entre las grandes productoras y las leyes establecidas, en el año 2017 el
entonces ministro de Salud, Alejandro Gaviria Uribe, volvió a abrir la
discusión sobre el impuesto del 20%, acotando principalmente la Encuesta de Situación Nutricional del año 2015 que arrojó el siguiente dato: el 56
por ciento de los colombianos están gordos.
Ante la discusión que avivaron
los investigadores, Cindy Miranda afirmó que, pese a existir una Ley y unos
acuerdos, no hay Decretos que la regulen. También aseveró
que Medellín es pionera en la creación de estas metodologías de
reglamentación; es el caso del Colegio
Jorge Robledo, ubicado al occidente de Medellín,
donde han anunciado la prohibición de bebidas azucaradas en sus
cafeterías, con el fin de favorecer la salud de niños, niñas y
adolescentes.
Una regulación y un control es
importante porque así estamos evitando enfermedades futuras y estamos generando
una buena nutrición”, comentó Cindy quien agregó que las calorías
ofrecidas por las gaseosas pueden reemplazarse por unas que vengan acompañadas de
nutrientes, vitaminas y minerales en otros productos como por ejemplo: el
yogur.
El Colegio de la UPB, en vista de la
importancia del tema nutricional y el verdadero aporteque los alimentos
pueden dar al cuerpo y al ser de los escolares, ha
gestionado el proyecto Vivo Sanamente de Bienestar Educativo para educar a
los estudiantes einstruir a las tiendas escolares en el
tema; es el caso de la sección Marinilla, donde uno de los criterios para la
licitación de la cafetería fue ofrecer opciones de alimentación saludable,
para de esta manera, aportar a la construcción de una
comunidad más sana.
Se realiza capacitación permanente en
cuanto a temas de nutrición alimenticia con docentes, estudiantes y con
los padres de familia. El ejemplo se vuelve un eje principal; si uno se
alimenta bien, los estudiantes reflejan lo mismo; aportando así a una mejor
salud, mejor desempeño y una mayor longevidad a partir de la alimentación
saludable”, expresó el magíster, Carlos Escobar Urrego, coordinador de la
sección Marinilla.
"Las bebidas azucaradas
mostraron en el estudio no ser un producto de primera necesidad, sino algo
perfectamente sustituible por bebidas más saludables", afirmó Ricardo
Bonilla González.
Según Cindy Miranda, educar es
un pilar fundamental: “Hay que llegarles a todos los públicos en una manera que
ellos comprendan y compartan las razones del por qué y el para qué se debe
evitar este consumo. Concientizar a los papás al respecto es muy importante,
porque si acá comen bien y en su casa no, no estamos haciendo nada”.
Para tener en la cuenta, según datos
de MinSalud, el 81,2% de los colombianos consume gaseosas o refrescos
frecuentemente.
La diabetes, hipertensión,
enfermedades respiratorias, cardiovasculares, osteomusculares, colesterol,
sobrepeso, obesidad e incluso enfermedades psicológicas, son algunas
consecuencias que pueden generarse con una mala alimentación, por ello,
como institución que trabaja por la formación de los escolares y las
familias, se acogió la estrategia de la Secretaría de Salud de
Medellín, nombrada Tiendas Escolares Saludables (Ver Circular No. 34), que
tiene como principal objetivo enseñar a vivir sanamente,
incentivando el consumo de alimentos que aporten de manera integral a
la formación de los escolares.
Que la UPB piense en la importancia
de la alimentación; que se planteen estrategias educativas en torno al
tema, y se trabaje con un portafolio de alimentación saludable, es en
verdad pensar en el bienestar integral de la población educativa",
concluyó la Mg. Janna Alexia Yepes Valencia, quien además es la Coordinadora de
Bienestar Educativo.
La Universidad
Pontificia Bolivariana, propendiendo aportar a la calidad de
vida de la comunidad educativa, está gestionando una política de
seguridad alimentaria donde declara a la institución como un espacio
protector y promotor de la salud en cuanto a la adopción de
hábitos alimentarios adecuados, y donde se compromete a formular e implementar estrategias
y programas integrales de salud y educación tendientes a contribuir a la
prevención y disminución del riesgo de adquirir enfermedades crónicas no
transmisibles.
Por:
José Luis Tapias Ferrer – Agencia de Noticias Colegio de la UPB
Corrección
de estilo: Cristian Camilo Zapata Mesa - Comunicador Social del Colegio de la
UPB
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