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QUÉ TAN CONTAMINADA ES EL AGUA QUE TOMAS?
Qué tan contaminada es el agua que tomas?
Disponible en:Medellín
Agencia de Noticias UPB - Medellín. En grandes metrópolis el líquido goza de salir por la llave con un alto grado de potabilidad. La necesidad misma de hidratarse con completa seguridad ha hecho que cada vez se invierta más en la calidad del agua. Pero esto no ocurre en todos los casos.
En poblaciones donde por alguna razón no se han hecho las inversiones para mejorar o por lo menos entregar agua potable a la gente, tenerlo en óptimas condiciones de consumo es una fantasía muy turbia de tomar. Por eso el investigador José Adrián Ríos, del Grupo de Investigaciones Ambientales –GIA, de la UPB, explica los contaminantes más comunes en aguas que tal vez se cree, podrían ser consumibles.
1. Coliformes como el E. coli
Esta bacteria que provocó medio centenar de muertes y más de 4 mil casos de contagio en Europa durante el año 2011, afecta principalmente el sistema digestivo, llegando a casos más severos en los que provoca mortales tumores. Un vaso de agua que tenga presencia de E. coli sería aquel que, por contaminación del líquido o del recipiente, haya tenido algún contacto con heces fecales humanas o de algún animal mamífero.
Ríos, quien hace parte de la Línea de uso eficiente y calidad del agua del GIA, explica que es común encontrar otros microorganismos en el agua como la Giardia Lamblia, un protozoo que provoca enfermedades intestinales.
Evitar los mortales riesgos de beber agua con E. coli u otro microorganismo es muy sencillo. Solo basta con hervir el líquido en un recipiente a una temperatura entre 95 y 100 °C.
2. Metales pesados
Podría ser paradójico el pensar que un líquido tan transparente y ligero podría traer consigo un metal pesado. La verdad es que los investigadores del GIA han encontrado la presencia de cromo, cadmio, manganeso y hasta el perjudicial mercurio. Los efectos, según lo afirma el investigador, no son inmediatos en la salud de las personas, pero desafortunadamente son acumulables en el tiempo.
La Organización Mundial de la Salud indica que, por consumir alimentos con mercurio, aumenta en un 25 % el riesgo de padecer una enfermedad en un rango de tiempo menor a 3 años.
Hervir agua que posea metales pesados no los elimina. En este caso se recomienda desistir de su consumo.
3. Organoclorados y organosulfurados
Los investigadores del GIA detectaron en una oportunidad una fuente de agua que a simple vista era muy cristalina. Para su sorpresa, tras realizar análisis fisicoquímicos y gracias al potencial del Laboratorio Ambiental de la UPB, encontraron trazas de sustancias tóxicas utilizadas en actividades agropecuarias como pesticidas y fertilizantes. Cloruros y sulfuros pueden estar en trazas tan pequeñas que se hace necesaria la detección desde antes del ingreso de las aguas al sistema de tratamiento.
Cuando no se hace este diagnóstico las trazas pueden quedar intactas hasta el momento en que las personas las consuman. Al igual que los metales pesados, las sustancias tóxicas también son bioacumulables.
4. Mayor nivel de acidez
Si alguna vez, por la emoción o por la necesidad, una persona decide beber agua de lluvia, podría considerar no volver a hacerlo. El agua goza de tener 4 ciclos, incluyendo la condensación que es el paso del estado gaseoso al líquido. Es en ese punto que el preciado líquido tiende a ser más ácido, llegando a un rango entre 5 y 5.5 de pH (hay casos en los que llega a 2.5 de pH). Un agua en buenas condiciones de consumo humano debe estar en 7 de pH.
Aunque no se recomienda su consumo para seres humanos, Adrián recomienda estas aguas para usos de lavado o riego de plantas.
5. El color blancuzco cuando regresa luego de su suspensión
Muchos quizás han dudado en tomar agua cuando esta recién llega luego de un corte. Para los expertos del GIA, el color blanco del agua obedece a la presencia de aire acumulado en las tuberías. En realidad, no representa peligro alguno el beber el agua con esa coloración. Sin embargo, si se detecta un color marrón, es preferible no consumirla, pues esto puede ser un signo de contaminación con materia orgánica.
Vale la pena que se siga invirtiendo en la calidad del agua que consumen las personas. En la UPB, el GIA brinda sus servicios de seguimiento, muestreo en industria y proyectos de investigación sobre la calidad del agua, su uso, sus factores de vertimiento y la huella hídrica.
Por Jorge Andrés Jaramillo- Agencia de Noticias UPB
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